Reencuentro Cotidiano

Nos reencontramos, a diario 

a pesar de la cotidianidad 

y sus tonos monocromos y sepias, 

a pesar de la rutina

que enlaza las vidas 

en un circulo sin fin ni comienzo,

a pesar del tiempo que gira 

como una noria eterna.

Es como si te viera siempre 

con ojos renovados que buscan, 

insistentemente la complicidad

que guardan los tuyos 

Para luego de encontrarla, 

quedar  irremediablemente atrapado

en la fuerza gravitatoria de tu mirada.

Y de esta manera sentir  

una ola de ternura,

que rompe la inercia de mi cuerpo.

Y me  acerca a la orilla de tu existencia, 

sin decir una palabra,

Con un silencio que dice 

todas las palabras de amor pronunciadas

comenzar a delimitar tus labios

muy lento con la  punta de mis dedos,

queriendo encerrar en ellos

completamente mi anhelo.

Y tus  ojos se van cerrando...

Y tus labios se van entreabriendo 

para besar sutilmente una a una 

las puntas de mis dedos,

Como si quisieras deshojar 

ápice a ápice mi cordura. 

Y entonces, ya no es sangre,

lo que corre por mis venas 

es euforia, locura, deseo liquido,

pero a pesar del vendaval 

me contengo

me torturo…

Nos torturo...

Voy primero a tus ojos cerrados

y los beso suavemente

siento tus órbitas en mis labios

redondas y calientes como dos soles,

y luego los besos bajan como una cascada

a tus pómulos, a tus mejillas

y a un milímetro de tus labios.

Me detengo solo unos segundos

unos segundos que se hacen infinitos,

tan longevos 

que toda la historia del mundo 

cabe en ellos.

pero finalmente  eres tú la que sucumbe

la que recorre ese milímetro 

que se alarga como el universo entero

Y en mi, se crean enigmas

crece el desasosiego 

Hasta que finalmente llegan,

Y es un destello, un estallido 

toda mi mente queda en blanco,

corren espantados todos mis miedos, 

ahora solo existen tus labios en los míos

Los descifro, y me afirmó

"esta es la textura del amor" 

Los comparo con la piel del durazno 

Dulces, suaves, firmes.

me entrego completamente al beso,

Y bebo tu néctar salado que bendice mi boca

y tu cuerpo se funde con el mío 

y ya no eres…

y ya no soy… 

simplemente

somos …

Pier Paolo Ballotti