Déjame navegar en el mar de tus ojos
y bañarme en el caudal de tus labios.
Déjame iluminarme con el sol de tu mirada
y admirar la constelación perfecta que forma tu cuerpo desnudo.
Dejare inventarte y reinventarte en mis fantasías
alcanzarte en mis ilusiones, perderte en mis temores.
Déjame convertirte en mi todo cuando te tengo,
y en mi nada cuando estas ausente.
Déjame convertirte en mi vida cuando te acercas
y en mi muerte cuando te alejas.
Déjame fundirme en tu existencia
y mirarte y besarte en todos los ángulos, entre todas las dimensiones.
Déjame reír con tu risa y llorar con tus lágrimas,
déjame estar en ti, hasta que el cuerpo se me desgaste.
Déjame mojarme con la lluvia de tus cabellos
y reflejarme en el espejo de tu alma.
Déjame atesorarte en un recuerdo,
tatuarte en la piel de mi mente,
grabarte en todas las páginas de mi historia.
Yo solo quiero que me dejes quedar en tu vida...
No me importa lo que yo sea para ti:
si soy sencillo, limpio y necesario como el aire para tus pulmones
o innecesario, redundante y banal como una sombra más en tu cuarto a oscuras.
Pier Paolo Ballotti
y bañarme en el caudal de tus labios.
Déjame iluminarme con el sol de tu mirada
y admirar la constelación perfecta que forma tu cuerpo desnudo.
Dejare inventarte y reinventarte en mis fantasías
alcanzarte en mis ilusiones, perderte en mis temores.
Déjame convertirte en mi todo cuando te tengo,
y en mi nada cuando estas ausente.
Déjame convertirte en mi vida cuando te acercas
y en mi muerte cuando te alejas.
Déjame fundirme en tu existencia
y mirarte y besarte en todos los ángulos, entre todas las dimensiones.
Déjame reír con tu risa y llorar con tus lágrimas,
déjame estar en ti, hasta que el cuerpo se me desgaste.
Déjame mojarme con la lluvia de tus cabellos
y reflejarme en el espejo de tu alma.
Déjame atesorarte en un recuerdo,
tatuarte en la piel de mi mente,
grabarte en todas las páginas de mi historia.
Yo solo quiero que me dejes quedar en tu vida...
No me importa lo que yo sea para ti:
si soy sencillo, limpio y necesario como el aire para tus pulmones
o innecesario, redundante y banal como una sombra más en tu cuarto a oscuras.
Pier Paolo Ballotti
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